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"Chapa tu choro, pero no lo dejes paralítico"

Publicado: 2015-10-04

Pedro, caminaba por Villa María del Triunfo cuando el sol recién estaba en su punto más alto, y de pronto, dos delincuentes lo “cogotean”. Le roban su celular y los veinte soles que tenía en el bolsillo. Pedro comenzó a gritar: ¡AUXILIO, ME HAN CHOREADO! Había gente que se quedó en lo suyo, pero otros se alertaron con su llamado y comenzaron a perseguir a estos dos criminales. Los atraparon. Consiguieron cuerdas, los amarraron a un poste a la espera de la policía que prontamente iban a llamar. Pero Pedro y la mayoría de los que lo ayudaron decidieron darles un escarmiento para que no vuelvan a robar -totalmente fuera del marco legal- decidieron no llamar a la policía y con todas las pasiones efervescentes del momento los lincharon. Los azotaron, les propugnaron golpes y los dos ladrones quedaron ensangrentados y magullados. Luego, llamaron a la policía.

Ahora Pedro, quien solía ser la víctima y las demás personas que lincharon a los delincuentes, ahora son los victimarios, están siendo procesados por cargos penales -mayores a los cargos por los cuales están siendo procesados los delincuentes- por hacer “justicia” popular.

“Chapa tu choro y déjalo paralítico”, así es el criollo nombre de una campaña iniciada en la red social Facebook, la iniciativa de esta es pedirle a la gente que se auto organice en sus vecindarios para realizar un patrullaje perpetuo, y además de esto, tomar el toro por las astas y propugnarles un escarmiento a los delincuentes, para que “reciban lo que sus padres no les dieron de pequeños”, una “mano dura”.

Tejido con los hilos de la barbarie, bordado de flores vengativas y bañado por un rocío simpatizante, los que apoyan esta campaña envuelven con estos ropajes a sus ideales, prometiendo un mejor futuro al país y una supuesta solución inmediata al tema de la delincuencia.

Está bien hacer un arresto ciudadano, está bien que se concientice a la población sobre este derecho que muchos no conocían hace unos años; según la Ley 29372 y los artículos 259 y 260 del código penal, un peruano puede arrestar a quien se detecte en evidente delito. Que la gente se organice y logre atrapar delincuentes para luego entregarlos a la policía, es algo excelente y que debe ser aplaudido. Naturalmente, en esos momentos suelen surgir sentimientos de justicia popular y deseos de dar un escarmiento a quien cometió el delito.

Haciendo una retrospectiva, hace años ocurrió algo gravísimo en Ilave: En el 2004 los pueblerinos lincharon a su alcalde Cirilo Robles, acusado de haber sido corrupto. Tomaron el asunto por las manos, una muchedumbre lo buscó, lograron perpetrar donde este se localizaba y lo lincharon, hasta que falleció por el abuso físico. Hay imágenes e incluso vídeos registrados sobre este atroz suceso. Los limeños se indignaron, calificaron de “salvajes” a los que lincharon al alcalde de Ilave.

Pero ahora el 60% de limeños está a favor de esta campaña, en un sondeo según Ipsos Perú. ¿Cómo se ha dado este giro copernicano en la población?

Según la mayoría de los peruanos, los gobiernos de turno no han tenido la mínima idea de cómo hacerle frente a este latente problema, un Ministerio Público que decide no investigar y menos sancionar al delincuente, un Poder Judicial corrupto que no imparte justicia, la Policía ha perdido credibilidad, las personas ya no los ven como “autoridades” sino como un aliado más de la delincuencia y, las cárceles, parecen ser centros recreacionales para los delincuentes, para ellos la vida es mejor dentro que afuera.

Atrapar a los delincuentes y propugnarles una golpiza es una reacción contra la inacción del gobierno y de las autoridades ante el desborde de la delincuencia. Pero obviamente, ante una mente sana, estas no son justificaciones para actuar de esa manera.

Chapa a tu choro, pero no lo dejes paralítico. La parte “dejarlos paralíticos”, es estrictamente inconcebible en el marco legal.

Producirle a una persona (en este caso a un delincuente, ya que esto se encuentra fuera de la legítima defensa) daño físico hasta comprometer su salud y vida es sancionado por el Código Penal en el artículo 121, al infractor de esta ley se le sanciona con cuatro a ocho años de prisión efectiva. Y en caso de que esta persona muera, quien o quienes realizaron las agresiones reciben condenas no menor ni mayor a diez años.

Retener al delincuente y no entregarlo a la Policía Nacional puede ser considerado como un acto de secuestro. En el artículo 152 del Código Penal se muestra claramente. Si el secuestro fue efectuado con la intención de poner en peligro la vida o salud del agraviado la pena sería no menor a 30 años de cárcel.

Aquí están los artículos :

CAPITULO III del Código Penal

LESIONES

Lesiones graves

ARTÍCULO 121°.- El que causa a otro daño grave en el cuerpo o en la salud, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de tres ni mayor de ocho años. Se consideran lesiones graves:

1. Las que ponen en peligro inminente la vida de la víctima.

2. Las que mutilan un miembro u órgano principal del cuerpo o lo hacen impropio para su función, causan a una persona incapacidad para el trabajo, invalidez o anomalía psíquica permanente o la desfiguran de manera grave y permanente.

3. Las que infieren cualquier otro daño a la integridad corporal, o a la salud física o mental de una persona que requiera treinta o más días de asistencia o descanso, según prescripción facultativa.

Cuando la víctima muere a consecuencia de la lesión y si el agente pudo prever este resultado, la pena será no menor de cinco ni mayor de diez años.

Secuestro

ARTÍCULO 152°.- Será reprimido con pena privativa de libertad no menor de veinte ni mayor de treinta años el que, sin derecho, motivo ni facultad justificada, priva a otro de su libertad personal, cualquiera sea el móvil, el propósito, la modalidad o circunstancia o tiempo que el agraviado sufra la privación o restricción de su libertad.

Cabe señalar, entonces, que la figura del arresto ciudadano es únicamente legítima cuando se desarrolla bajo los supuestos establecidos en el CPP. Entonces, cuando un ciudadano hace uso de esta facultad, debe hacerlo bajo el criterio de la proporcionalidad en el uso de la fuerza y encontrándose obligado a entregar inmediatamente al detenido a la comisaría más cercana.

Todos hablan de que la delincuencia surge por culpa del mal gobierno, por culpa de la mano débil de los Presidentes, por culpa de los policías que no atrapan a los ladrones y que si los atrapan, luego son absueltos. Todo es culpa de ellos.

Pero, ¿nos hemos puesto a reflexionar sobre el porqué de esta clase de delincuencia? -digo “esta clase de delincuencia” porque la campaña gira en torno al robo al paso- Ya que sólo así encontraremos el problema, la raíz de este y luego podremos cortarla.

Una persona que roba, es porque no tiene valores, una persona que no tiene valores, es porque sus padres no se los inculcaron. ¿Y por qué sus padres no se los inculcaron?

No es coincidencia que en las zonas marginadas del Perú es que se den índices más altos de delincuencia al paso. En estas zonas los niños paran más tiempo en las calles, ya que sus padres tienen que trabajar todo el día para mantenerlos o simplemente no tienen el mínimo interés en criarlos, o en el peor caso, estos son huérfanos. ¿Qué ocurre cuando un niño para mucho tiempo en calles marginadas?

Comienza a volverse un “piraña”, luego forma parte de una pandilla, y una vez que sucede esto, se pone a robar. Esto es la realidad, no es una historia de ciencia ficción, todas estas cosas suceden en el día a día en las zonas pobres del país.

Es así como surgen todos estos delincuentes, a falta de valores familiares, a raíz de una familia disfuncional, no a raíz de que el Presidente compre o no compre más armas o motocicletas para que la Policía patrulle las calles. Si bien es cierto que, en ciertas zonas del Perú, hay poquísimos policías, o que existe un grave déficit en el armamento policial, esto no es la raíz del problema.

Si todos los padres criasen bien a sus hijos, les inculcasen valores, les aseguro que en la próxima generación no se vería ningún ladrón en las calles, ni se necesitarían montones de policías.

Como punto final, toda acción ciudadana mal dirigida contra la delincuencia, toda acción que se encuentre fuera del marco legal (retener al delincuente y abusar de él físicamente) está penado, y estas acciones deben ser juzgadas por la ley.
Como ciudadanos debemos de obedecer los dictámenes de esta, debemos de contribuir a que los delincuentes sean juzgados por ella, no por nosotros, no debemos recurrir a la agresión física supuestamente para eliminar la delincuencia y, además, dejar de echarles toda la culpa a las autoridades, ya que la delincuencia surge a raíz de que existan familias disfuncionales. Toda acción tiene un porqué, y nosotros, todos los peruanos debemos de saber ese porqué y ayudar a que la situación cambie. Pongamos manos a la obra, y hagamos del País, uno mejor.


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